martes, 20 de abril de 2010

Inyecciones sin aguja un gran paso en los avances de la medicina moderna

El pánico de muchos pacientes de ponerse una inyección, tiene los días contados. Un revolucionario sistema permite poner las inyecciones sin agujas mediante un breve estallido de alta presión.
Los medicamentos líquidos a partir de ahora podrán administrarse utilizando un procedimiento denominado sistema INJEXTM que es prácticamente indoloro, evitando el "temible" pinchazo en los pacientes. El medicamento se administra por medio de un breve estallido de alta presión, que penetra en los tejidos internos sin necesidad de utilizar aguja. La ampolla cargada con el medicamento en el inyector, previamente desinfectada, se apoya contra la piel del paciente.
Por medio de un gatillo, se suelta un resorte que fuerza la salida del líquido a través del micro-orificio de la ampolla, hasta aproximadamente 9 milímetros de profundidad en el tejido adiposo bajo la piel.
Comparado con las inyecciones convencionales que utilizan agujas, este método es mucho más seguro, puesto que no daña los vasos sanguíneos, las fibras nerviosas ni los huesos. Las ampollas son fáciles de colocar, mientras que se elimina el riesgo de lesiones provocadas por el pinchazo. Uno de los beneficios clave es la ausencia del cualquier riesgo de infección en el punto de inyección ni por el uso de agujas contaminadas.
http://www.emisoraejercito.mil.co
os pacientes de ponerse una inyección, tiene los días contados. Un revolucionario sistema permite poner las inyecciones sin agujas mediante un breve estallido de alta presión.
Los medicamentos líquidos a partir de ahora podrán administrarse utilizando un procedimiento denominado sistema INJEXTM que es prácticamente indoloro, evitando el "temible" pinchazo en los pacientes. El medicamento se administra por medio de un breve estallido de alta presión, que penetra en los tejidos internos sin necesidad de utilizar aguja. La ampolla cargada con el medicamento en el inyector, previamente desinfectada, se apoya contra la piel del paciente.
Por medio de un gatillo, se suelta un resorte que fuerza la salida del líquido a través del micro-orificio de la ampolla, hasta aproximadamente 9 milímetros de profundidad en el tejido adiposo bajo la piel.
Comparado con las inyecciones convencionales que utilizan agujas, este método es mucho más seguro, puesto que no daña los vasos sanguíneos, las fibras nerviosas ni los huesos. Las ampollas son fáciles de colocar, mientras que se elimina el riesgo de lesiones provocadas por el pinchazo. Uno de los beneficios clave es la ausencia del cualquier riesgo de infección en el punto de inyección ni por el uso de agujas contaminadas.
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